Es el método más antiguo de curación de la enfermedad varicosa y linfática y de sus complicaciones. Consiste en la aplicación de medias de compresión graduada en las extremidades inferiores y es eficaz para curar hinchazones en las piernas causados por insuficiencia venosa y linfática.
Estos productos son imprescindibles para prevenir y curar las enfermedades venosas, el linfedema y sus complicaciones. Además, son fundamentales durante la terapia médica, en el proceso postoperatorio, en la terapia esclerosante y en el mantenimiento del resultado obtenido por los tratamientos que pretenden reducir el edema causado por anomalías del sistema linfático. En la prevención retrasan o evitan la aparición de la enfermedad, mientras que en una etapa más avanzada, reducen las complicaciones de úlceras y flebitis. Evitan la formación de edemas y potencian la eficacia de la “bomba venosa”.
Las medias elásticas de compresión graduada para las extremidades comprimen las venas superficiales y la microcirculación empuja la sangre desde las venas superficiales hacia el eje venoso profundo, que funciona correctamente. El reflujo en las venas superficiales disminuye hasta anularse en relación con la compresión aplicada por las medias. Esto evita problemas de estasis venosa o de úlceras venosas.
Para simplificar este mecanismo de acción, se puede decir que la elastocompresión ejerce un verdadero “efecto de bombeo”. Se aconseja también la elastocompresión para mantener el resultado obtenido después de unos tratamientos de linfodrenaje en los casos de linfedema, impidiendo que otros liquidos se acumulen y, por consiguiente, el aumento, con el tiempo, de la fibrosis. La compresión (en nuestro caso, la elastocompresión) es la fuerza que las medias aplican comprimiendo la extremidad, y así ayudar al efecto bombeo y mejorar la circulación sanguínea y linfática.
Se mide la compresión en puntos preestablecidos y se expresa en milímetros de mercurio (mmHg).
Hablando de compresión se especifica que se trata de compresión graduada, decreciente subiendo hacia arriba. El valor de compresión más elevado está en el tobillo, llamado en lenguaje médico punto B. Los milímetros de mercurio de compresión indicados en las cajas corresponden al punto B.