La terapia de compresión se remonta a un pasado distante. Hipócrates (377-460 d.c) fue probablemente, el primero que asocio venas varicosas a ulceras de la pierna y sugirió el uso de vendajes de compresión para tratar los síntomas del trastorno venoso.
En 1798, Richard Wiseman comprimió la pierna de un paciente con una tira de cuero de perro, para la cura de la ulcera de origen venoso. Pero fue después de la vulcanización del caucho, en 1839, que charles Goodyear, tratándolo con azufre y calor, lo volvió más resistente y duradero, facilitando su aplicación. El dia del nacimiento de la media de compresión fue el 26 de octubre de 1848, cuando el ingles William Brown de Middelsex aplico y patento un producto que llamo “Elastic Stockings” y posteriormente, Jonathan Sparks desarrollo hilos de caucho envueltos en algodón, volviendo a la media mas confortable.
En 1951, Conrad Jobst, un alemán naturalizado americano marco presencia importante en la historia de la compresión. Jobst era portador de insuficiencia venosa en lo miembros inferiores lo que se agravo con la aparición de una ulcera en uno de ellos. En la búsqueda de una solución para su malestar, descubrió que obtenía alivio cuando colocaba su pierna enferma en una piscina y haciendo uso de su inteligencia científica, que el aumento de la fuerza de la presión hidrostática podría compararse con la presión hidrostática del agua mientras permanecía de pie en la piscina. De eso sugirió el “perfil de compresión” perfil que es usado, actualmente para la fabricación de todo tipo de media terapéutica o de compresión graduada. El perfil o gradiente de compresión es aquella que ejercen las medias donde la mayor concentración de presión se ejerce sobre el tobillo y va disminuyendo en dirección al muslo, obligando al flujo sanguíneo el retorno de la sangre al corazón.